El espíritu de las fiestas lo invade todo en la semana que va desde la Navidad al Año Nuevo. Sin embargo, en distintos partes, separados unos de otros, muchos seres se sienten solos, aislados de la alegría, el bullicio y el espíritu festivo general, que se adueña de estos días.
Por diferentes razones, la soledad puede ser la única compañía de estas personas y a su mente sólo acuden frases de tristeza y desazón. No obstante, por todas partes, brilla la esperanza