Jesús nos da estas palabras de consuelo:
"No se preocupen ni sufran.
Si confían en Dios, confíen también en mí.
Allá donde vive mi Padre hay muchas moradas
y voy a prepararlas para cuando vayan.
Cuando todo esté listo,
volveré y me los llevaré a ustedes,
para que estén siempre donde yo esté"
(Juan 14:1-3